La granja llamada Facebook
Para los mayores recolectores de información, como Cambridge Analyitica, nuestro comportamiento es lo más valioso. Lo revenden a quien…
Para los mayores recolectores de información, como Cambridge Analyitica, nuestro comportamiento es lo más valioso. Lo revenden a quien quiera ganar elecciones.
El sábado 17 de marzo, a las 16 horas de Guatemala, el diario británico The Guardian publicó Revealed: 50 million Facebook profiles harvested for Cambridge Analytica in major data breach. Un reportaje que cayó como bomba sobre una empresa que se dedica a usar datos para cambiar el comportamiento de la audiencia: Cambridge Analytica.
El reportaje explica cómo esta empresa vinculada directamente a Steve Bannon (ex Breitbart y ex asesor de Donald Trump) recolectó, explotó y usó datos para perfilar a votantes estadounidenses, sin autorización de los mismos, desde el 2014.
Para explicar qué hace Cambridge Analytica es importante ver lo que publicó Channel4, una empresa de Channel Four Television Corporation que transmite en el Reino Unido. Periodistas de este medio grabaron en distintas ocasiones las reuniones que sostuvieron con ejecutivos de Cambridge Analytica.
Por su parte The Guardian siguió explicando y exponiendo todo lo que Christopher Wylie denunció. En un artículo detalla las tácticas de guerra psicológica que desarrolló para Steve Bannon. Solo imaginen que los netcenters guatemaltecos pudieran obtener este tipo de servicios.
Basta ver el perfil de gente que contratan. Bastante similar a los perfiles que contrata Facebook.
Lo más grave es que no es la primera denuncia. En marzo de 2017 el medio especializado The Intercept publicó: Facebook failed to protect 30 million users from having their data harvested by Trump campaign affiliate.
La granja
Todo lo explicado antes es posible ya que nosotros le entegamos voluntariamente a Facebook toda nuestra información. Esto lo ha tenido muy claro Mark Zuckerberg desde los inicios de la red social. En el 2010 el Business Insider publicó un intercambio entre Zuckerberg y otra persona. Vale la pena leerlo:
According to SAI sources, the following exchange is between a 19-year-old Mark Zuckerberg and a friend shortly after Mark launched The Facebook in his dorm room:
Zuck: Yeah so if you ever need info about anyone at Harvard
Zuck: Just ask.
Zuck: I have over 4,000 emails, pictures, addresses, SNS
[Redacted Friend’s Name]: What? How’d you manage that one?
Zuck: People just submitted it.
Zuck: I don’t know why.
Zuck: They “trust me”
Zuck: Dumb fucks.
En general Facebook “nos cultiva” y extrae resultados sobre nuestro comportamiento. Como un gran laboratorio o granja de usuarios. Luego estos datos los vende a terceros. Luego los terceros hacen lo que quieran con los datos, incluso compartirlos con desconocidos para cualquier fin.
No es nada nuevo. En este artículo explica lo que ya se ha denunciado antes, que Facebook nos vende.
Cuando Facebook hizo los cambios en seis países experimentando con el feed del Explorador, publiqué como parte del artículo Facebook — dependientes lo que todos veíamos y resultó que nos quedamos cortos.
“Hay que tener claro que Facebook es una plataforma que vende lo que hacemos. Sí, nos vende a sus clientes. Nuestros hábitos, nuestra forma de comunicarnos. Esto lo explica muy bien Ben Wolford. Por ello les interesa mucho fomentar, de nuevo, que la gente empiece a publicar en sus perfiles. De otra forma se quedan a ciegas solo midiéndonos con clicks.”
Para Facebook esto ha sido una crisis sin precedentes en la que su creador no se ha pronunciado. La crisis aumenta cada día. Según Recode perdieron cerca de $50 mil millones durante los últimos días.
Para entender la crisis de Facebook es importante leer a Casey Newton, periodista de The Verge, que explica la forma tan torpe como la red social está perdiendo el control de todo. El periodista de Recode, Kurt Wagner, explica muy bien la crisis que ocasionó la (no) salida del (aparentemente) aún Chief Security Officer (CSO), Alex Stamos. Y la ausencia dañina que ocasiona Mark Zuckerberg.
En un Q&A de Recode pregunté a Wagner sobre si Facebook ha dicho cuáles perfiles han sido afectados. La respuesta es preocupante.
Síganlos para obtener información sobre el desarrollo en Facebook:
Por otro lado el creador de WhatsApp que salió de Facebook hace poco publicó un tuit bastante polémico. Invitó a borrar Facebook.
Sobre este tuit ni Acton, ni Facebook se han pronunciado.
¿Nos afecta todo esto?
Para explicar esto veamos la gráfica que publicó The Guardian en su reportaje central:
Recode tambien explica cómo CA obtuvo tanta información y esto nos concierne a todos.
Vayan a su perfil de Facebook, entren a las configuraciones y pinchen donde dice Apps:
En mi caso hay 188 Apps (de terceros) conectados para obtener mi información, preferencias y datos de comportamiento. Cuando no sabemos quien está detrás o para qué los van a usar, o si los van a entregar a personas que no les hemos dado permiso, es cuando entramos en peligro de ser manipulados.
Aquí una guía publicada por The Wire para asegurar su cuenta en Facebook.
EDIT: Mark Zuckerberg se pronunció el miércoles por la tarde para mostrar su postura y ofrecer que esto no volverá a ocurrir.
Al final ofrece tres cosas:
- Investigar y auditar las apps que han tenido acceso a grandes cantidades de información.
- Van a restringir el acceso a desarrolladores (terceros) y eliminaran accesos a apps que no se han usado en más de tres meses.
- En el próximo mes pondrán una herramienta que permita ver que apps han usado nuestra información y poder revocar el acceso fácilmente. Ya hay una herramienta que hace eso en la configuración de la cuenta.
Cambridge Analytica y Facebook tienen grandes responsabilidades, y probablemente enfrentaran a la Justicia. Por el otro lado nosotros debemos tener el control sobre lo que compartimos y hacemos en la red social. No es solo lo que escribimos. ¿Qué búsquedas hacemos? ¿Con quiénes interactuamos? ¿A quiénes o cuáles páginas seguimos? ¿Qué reacciones usamos? ¿Cuánto tiempo le dedicamos? ¿Cuáles enlaces pinchamos?
La lista de acciones sobre comportmiento podría seguir, pero basta una reflexión sobre nuestra privacidad y sobre lo que hacemos en nuestros espacios. La solución podría estar en nuestras manos.