La Terminal un año después del incendio
Oficialmente se dijo que el incendio del 25 de marzo de 2014 inició aproximadamente a las 3 de la mañana. Un siniestro que consumió 1,263 locales y utilizó casi 12 horas/hombre de más de 500 bomberos calificados (6 mil horas hombre aproximadamente). Decenas de miles de galones de agua, desgaste del equipo de protección de bomberos, deterioro del equipo de extinción de incendios de los cuerpos de bomberos en el país y las millonarias pérdidas materiales de los vendedores y trabajadores del mercado.
Desde las primeras publicaciones de prensa, un dato emergió de inmediato, la falta de agua. Prensa Libre lo explicaba como el mayor reto. Aunque Emisoras Unidas publicó una respuesta de la Municipalidad de Guatemala, donde explicaba que sí había agua. Las imágenes de Soy502 demostraban las dificultades de los bomberos para poder enfrentar un siniestro de estas magnitudes.
Diario Digital publicó un video en el cual se notaban las dimensiones del incendio y los daños que ya se podían establecer visualmente.
Ese día la columna de humo era notoria desde casi toda la ciudad. Los colores denotaban que los materiales que se consumían sumaban una diversidad peligrosa.
Cuando se dio por controlado el fuego hice un recorrido por las instalaciones del mercado La Terminal. Ya habían cuadrillas de personal de la Municipalidad Capitalina y del Ministerio de Comunicaciones. También llegó personal de la Unidad Humanitaria y de Rescate (UHR) del Ejército y personas particulares que ayudaban en las labores de descombramiento.
El recorrido se enfocó en confirmar el estado del sistema de extinción que debiese mantener en condiciones un mercado de tales magnitudes y la ubicación de los daños principales.
En un incendio de este tamaño es muy difícil, por no decir imposible, determinar el lugar (o lugares) de inicio del fuego y la causa inicial. Varios medios repitieron diversas razones, pero sin validez dado que no era resultado de un peritaje.
El Ministerio Público envió personal a realizar un peritaje, no el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) como se ha hecho antes. Los resultados nunca se publicaron.
Durante el recorrido pude observar que los hidrantes estaban fuera de servicio desde mucho tiempo antes, y por ende no había sistema de extinción en el lugar.
Como se pueden notar en las imágenes, de los nueve hidrantes que busqué solo encontré algunos y en malas condiciones, fuera de servicio, algunos sin gabinetes, ni llaves, las conexiones inservibles y sin mangueras o pitones.
Muchos se utilizan como armario parte de algún local y es notorio la ausencia de mantenimiento y supervisión.
Al revisar las instalaciones fui local por local para ver si lograba ver algún indicio de mayor daño o concentración de calor. Esto se nota por la profundidad del daño en paredes (para lo que se usa un cartabón de corredera o Vernier), pulverización de cemento o block, marcas en “v” en paredes y daños/decoloración en los metales expuestos al fuego.
Los daños en la mayoría de locales del primer nivel fueron severos cerca de la rampa central. Paredes rajadas, metal deformado y decolorado, paredes pulverizadas y marcas específicas podían describir que el fuego estuvo presente durante varias horas sin que fuera advertido. La concentración de calor era notoria.
A pesar de todos los daños, la cantidad de recursos invertidos en apagar el fuego, las pérdidas millonarias en ventas y el desgaste de equipos y personal de emergencias, las condiciones observadas en el 2014 siguen igual.
El 9 de marzo hice un nuevo recorrido por los mismos lugares. En esta ocasión me centré en los hidrantes.
Encontré solo tres gabinetes, los cuales están igual. Fuera de servicio y con usos distintos a la extinción de fuego.
El segundo nivel sufrió daños severos en su totalidad durante ese incendio, pero a la fecha sigue casi en las mismas condiciones.
Es importante recalcar que para evitar este tipo de siniestros, donde un año después sigue sin poderse reconstruir un espacio de negocios importante para miles de familias, hay mecanismos de prevención y sistemas de seguridad que deben considerarse.
Infraestructura
+ Sistemas de detección de incendios
+ Sistemas de extinción de incendios automáticos y manuales
+ Red de hidrantes (tubería mojada) y aparatos extintores
+ Cisternas de agua (con relación a la masa / material combustible en las instalaciones)
+ Clínicas de primeros auxilios
+ Zonas de seguridad y rutas de evacuación
Recurso Humano
+ Capacitación constante a los inquilinos
+ Brigadas de emergencia funcionales
Sistema
+ Plan de Emergencia (avalado por Conred)
+ Manuales de Seguridad y Prevención
Me enfoqué en los hidrantes ya que son clave al momento de detectar un incendio en un mercado. Aquí pueden ver el listado de hidrantes que hay en Guatemala. Muchos de ellos están fuera de servicio.
Sin que las autoridades correspondientes y los inquilinos tomen cartas en el asunto, este tipo de eventos seguirán siendo un riesgo latente e innecesario.
