Recomendaciones para evitar incendios en casa

Los estudios relacionados a la prevención contra incendios han determinado que la prevención minimiza a un 2% de posibilidades de sufrir lesiones o muerte tras un incidente, ya sea incendio o accidente.

Desde los años 30 los estudios de comportamiento y prevención de accidentes e incendios realizados por teóricos como Herbert Heirinch arrojaron resultados que permitieron evitar lesiones y muerte en cualquier ámbito. Según Heinrich el 88% de los incidentes ocurre por prácticas inseguras, un 10% por condiciones inseguras y solo un 2% por situaciones inevitables.

Cada año mueren decenas de niños y adultos atrapados en incendios que pudieron evitarse. A continuación se describirán tres grandes focos de inseguridad en las viviendas que pueden crear las condiciones de fuego y que pase de un conato a un incendio.

Gas Propano

La mayoría de viviendas en Guatemala consumen Gas Propano para cocinar. Ya sean estufas completas, de mesa u hornos el riesgo se puede identificar en tres puntos. El problema del gas propano es la posibilidad de una fuga y posterior explosión al entrar en contacto con una chispa o flama.

El regulador debe revisarse periódicamente y, al menos, una vez al año cambiarle los empaques. Nunca debe forzarse ni modificarse

En Guatemala es común que se usen mangueras de plástico aún cuando lo más recomendable es usar de cobre. Si usas mangueras de plástico deben revisarse periódicamente para notar cambios en el color, rigidez y desgaste o ruptura. Lo mejor es cambiarla, por lo menos, una vez al año. Es importante no presionarla con la estufa y la pared. Debe quedar libre y evitar su contacto con la estufa que podría derretirla.

Las abrazaderas para la manguera deben ser de buena calidad. Hay abrazaderas baratas que se deforman rápidamente y podrían dejar una fuga en poco tiempo. No se recomienda usar alambre o cinchos de plástico. Debe ser abrazaderas de metal (que se atornillan).

Electricidad

Los riesgos eléctricos son recurrentes en la mayoría de viviendas debido al desconocimiento de la capacidad del cableado y el diseño del sistema.

Los cableados de casa deben cambiarse cada cierto tiempo, pueden ser alrededor de 10 años. Se debe confirmar que el calibre sea el indicado y se usen fusibles adecuados.

Una práctica común es cambiar los fusibles para una capacidad mayor y esto hace que el cable se pueda debilitar por recalentamiento. No cambiar los fusibles. Si se apagan hay que verificar el consumo.

El peor riesgo se debe a la sobrecarga de los circuitos. Lo ideal es ver cuánto consumen nuestros aparatos y ver si excedemos la capacidad del cableado. Si no sabemos cómo hacerlo entonces una recomendación es no conectar en serie nada. El problema con estos incendios es que uno se da cuenta de ellos hasta que es muy tarde ya que ocurren dentro de las paredes.

Flama abierta

El manejo del fuego aún se hace de forma empírica y no hay regulación al respecto, por lo que la prevención debe ser mayor cuando hay niños.

Las veladoras deben asegurarse para evitar una caída. Incluso un sismo podría hacerla caer y provocar un incendio.

Los fósforos y encendedores deben ir en lugares fuera del alcance de los niños. Un lugar bajo llave, de preferencia. Si los niños van a usarlos deben estar supervisados el 100% del tiempo.

Si realizan quemas controladas en jardines, churrasqueras o fogatas deben estar supervisadas todo el tiempo y asegurarse de haberlas apagado al finalizar su uso. Nunca tirar artículos pirotécnicos al fuego. No sabemos cómo va a resultar tal acción.

En general las inspecciones periódicas de estos puntos de riesgo y seguir prácticas seguras en el uso de fuego pueden minimizar las posibilidades de resultar quemado o perder la vida en un incendio.

Estas recomendaciones son responsabilidad del autor como especialista en incendios.

**Las infografías fueron elaboradas por Anahí Ramírez.

*** Este artículo se publicó originalmente en Diario Digital.